El Observatorio de Derechos Culturales (ODC) alertó sobre el arresto del artista y reportero independiente Ángel Cuza Castillo, en medio de “las jornadas represivas que ha desatado la Seguridad del Estado en el entorno de las celebraciones oficialistas por el 26 de julio”.
Cuza Castillo fue trasladado al centro de detención conocido como el Vivac, ubicado en Calabazar, Boyeros, en La Habana.
“El reportero independiente, artista y activista Ángel Cuza fue detenido en plena calle el viernes 25 de julio. Luego se supo que fue trasladado de la estación en la que estaba hacia el Vivac”, dijo la curadora de arte, exiliada en Estados Unidos, Anamelys Ramos, especialista del ODC.
La activista y exprisionera política cienfueguera Keililli De la Mora, asentada en Miami, dijo a nuestra redacción que a Cuza le encontraron en su cartera un casquillo de bala y que por eso pretenden acusarlo de un delito contra la seguridad del Estado.
“Es una bala que tenía desde hace mucho tiempo y lo usaba como resguardo. Incluso lo tenía desde su encarcelamiento anterior”.
Una llamada a la estación policial le confirmó a De la Mora el motivo de la aprehensión de Cuza: “está preso porque se le halló un proyectil”, le informó un agente.
Al respecto, la especialista del Observatorio de Derechos Culturales consideró que ese tipo de cosas “las personas a veces los utilizan de souvenir. Algo profundamente absurdo, dada la absoluta naturaleza inofensiva de este objeto”, señaló Ramos.
“Ángel ha comido muy poco desde que fuera detenido, porque en el momento en que fue detenido no había comido. Todavía no le han dejado pasar prácticamente nada”, lamentó.
Las autoridades informaron que el lunes permitirán una visita de aseo al activista, a la que acudirá Ana Castillo Sierra, la madre de su hija.
“Estamos muy preocupados. Han sido muchos episodios de violencia, de vigilancia y hostigamiento en estos días aledaños al 26 de julio. No sabemos qué puede pasar con Ángel Cuza”, apuntó Ramos.
El 7 de noviembre de 2023, el activista fue sentenciado a un año y seis meses de cárcel por el supuesto delito de “desorden público”. En mayo de 2024 fue excarcelado.
“Durante su tiempo en reclusión fue víctima de numerosos actos violatorios de sus derechos más elementales", indicó en un comunicado el ODC.
En 2021, cumplió ocho meses de prisión por participar en la protesta pacífica del 30 de abril de ese año en la calle Obispo de La Habana Vieja, y fue liberado en enero de 2022
“Insistimos en la importancia de amplificar este suceso, máxime cuando se trata de un activista recién excarcelado, sobre quien pesa permanente acoso de la policía política. Apelamos a la solidaridad colectiva, pero también a organismos e instituciones internacionales afines a la veeduría de derechos humanos”, enfatizó el Observatorio de Derechos Culturales en las redes sociales.
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